Un día en el año, se piensa en casi todos los
países de la tierra en esos compañeros que comparten el planeta con nosotros, y
con los cuales el ser humano ha establecido desde remotas eras, una relación,
que trasciende hasta la época actual. Este día es el 4 de Octubre, día que se
conmemora la muerte de San Francisco de Asís.
Francisco nació en Asís, Italia, dentro de una
familia acomodada, en el año 1182, pero se despojó de todas las riquezas
materiales y se dedicó a servir y ayudar no solo a sus semejantes, sino también
a todos los seres vivos y a todos los animales.
En el año 1929, el 4 de Octubre fue declarado
Día Mundial de los Animales, por iniciativa de la Organización Mundial de
Protección Animal en congreso celebrado en Viena, y es en 1980 que el Papa Juan
Pablo II, declaró a San Francisco de Asís Patrono de los Animales y de los
Ecologistas, momento a partir del cual esta celebración toma más auge a nivel
mundial, celebrándose en muchos países con la Bendición de las Mascotas.
Dentro de esta celebración, hacemos especial referencia a nuestras
mascotas, que con su fidelidad y nobleza
acrecientan nuestra humanidad, considerándolos nuestros semejantes, y
como les llamaba Francisco, nuestros "hermanos". Con un gesto nos dan
alegrías, nos acompañan en momentos de dificultad, y están compartiendo nuestra
vida, formando parte de nuestra familia; pero también hay seres que los
maltratan y sacrifican. Si en todas las conciencias estuvieran presentes la
enseñanzas de San Francisco de Asís, la fauna no sufriría de los excesos que se
ven actualmente, al tomar cada uno su lugar como parte, y solo una parte, de la
gran comunidad que es la creación.